Como siempre con retraso, porque la colchita ya abriga a su dueño,
os enseño un quilt de cuna que me encargó mi cuñada
para el primer sobrino de su mejor amiga.
La primera pista fueron los colores: gris y turquesa.
Después, propuse un par de diseños sencillos:
el clásico de cuadros y otro de rayas.
Entre las dos decidieron que les gustaba más el de cuadraditos.
Como combinar grises es complicado, añadí mucho blanco.
Además, es una colcha para un bebé y aunque el turquesa
es un color muy alegre, el gris lo considero más serio.
Para la parte trasera elegí una tela con nubes, porque me habían
mandado una foto del cuarto del bebé y en la pared tenía unos
vinilos muy simpáticos de aviones y nubes.
Para completar el ancho de la colcha, añadí una tira de cuadros como en el frontal.
Y para darle más "vidilla", acolché en rombos, cruzando los cuadros, con un hilo
gris muy claro en el frontal y gris oscuro en la trasera.
Finalmente, rematé con un bies de rayas anchas grises y blancas.
Me gusta mucho cómo quedan esas tiritas de remate: tan finas
y cómo le dan un punto especial al resultado final.
Como todas mis colchitas, se puede lavar en la lavadora sin problema.
Cuando crezca le servirá para taparse en las siestas.
Así que seguro que Jon disfrutará de su mantita muchos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario