Hoy os propongo una idea para regalar el día de San Valentín.
Se trata de una tarjeta muy sencilla de hacer pero que queda muy bonita.
Se necesitan unas tarjetas de papel pesado, tipo cartulina.
Si eres viciosa de los papeles, date un paseo por alguna
de tus papelerías favoritas con esta idea en mente.
Luego las recortas al tamaño deseado, unos 12 x 15 cm.
Necesitas también retalillos de telas de colores.
(Me puede el clásico rojo, lo reconozco)
De ellos recortaremos unos corazones
para coserlos sobre las tarjetas.
Puedes hacer una plantilla en acetato, para usos posteriores
o si vas a hacer unas cuantas (igual puedes regalárselas a tus amigas
para que, a su vez las regalen a sus chicos...).
Si tienes buen pulso, dibuja el corazón
directamente sobre el revés de la tela.
Y luego lo recortas con cuidado.
Puedes ponerles unos puntitos de pegamento para tela
o un poco de pegamento en barra para papel,
de manera que no se muevan cuando los cosas a la tarjeta.
Cambia la aguja de la máquina por una vieja y déjala solo para coser papel,
porque perderá algo de filo y puede estropearte la tela que uses después.
Pon la velocidad más baja, para que puedas coser despacito
y controlando las curvas. Pasa un pespunte cerca del borde.
Puedes elegir hilo al tono o en contraste.
Incluso para la canilla, porque ya que la parte posterior se verá,
puede tener gracia que resalte el contorno pespunteado.
Así de sencillo tienes unas preciosas tarjetas.
Puedes escribir tu mensaje y añadir unos regalos de amor gratuitos.
Por ejemplo, yo regalo a mis chicos unos masajes, su postre favorito...
¡Déjame un comentario con ideas que regalarás tú!
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