Sabéis que soy una adicta al color, pero de vez en cuando
me piden cosas que me descolocan un poco.
¡Me vienen muy bien para flexibilizar mi mente cuadriculada!
En este caso, me pidieron una colchita de bebé blanca, sin color.
Pues así se quedó mi mente al principio: en blanco...
Me puse a buscar telas de algodón blancas que no fueran
de piqué, de plumetis, ni nada de lo habitual para bebés.
Y me decanté por las "white on white", que tienen
impresiones estampadas en blanco, sobre fondo también blanco.
Arbolitos, círculos, rosas, estrellas...
Cuando estaba decidiendo qué diseño hacer,
para que tuviera "vidilla" ya que no tenía color,
me "permitieron" añadir gris suave y azul empolvado.
Con estas premisas, usé un diseño de rayas formando damero,
enmarcadas con una tela blanca con cuadros azules y grises.
Para el borde y el back, utilicé una tela beige
con pequeñas libélulas blancas, muy suave al tacto.
Y este fue el resultado, un quilt casi-blanco,
limpio y suave para Juan, un bebé rubio precioso.
Para completar el regalo, me pidieron también un saquito térmico,
para calentar la cunita o el coche de paseo, estos días tan fríos.
Y unos patucos tipo kimono, reversibles.
Espero que Juan duerma y sueñe bajo su nuevo quilt ahora que es chiquitín.
¡Y cuando crezca un poco más, que juegue sobre él muchas horas!