He estado unos días revisando la web de mi tienda,
porque cambié de alojamiento y auque en el anterior
me ofrecieron un backup de la base de datos,
los listos de ellos, me dieron uno más antiguo
que el último que yo misma había hecho un par de días antes...
justo cuando había rebajado algunos artículos de cara al Día de la Madre.
Así que tuve la página caída unos días, mal organizada...
¡Total, unas horitas más de trabajo y dedicación,
que a mí me sobran los ratos muertos!
(Léase con ironía, por supuesto)
Y ya que estaba dándole al WordPress, mi maridísimo
me pidió ayuda con su web, algo más compleja de diseño,
puesto que utiliza plantillas deslizantes, de BeTheme.
Manual en mano y con ánimos renovados, ya sé personalizarla...
Aún es así, pero en breve tendrá nuevo look.
Y puestos a ello, una manita a la web de un buen amigo podcaster
para darle un toque más personal, cambiar unos colores,
añadir unos logos que ha hecho mi marido...
¡Por cierto, los podcast que hace con su hijo Guiller
no tienen desperdicio!
Así que, ya cogida la carrerilla, me he decidido a cambiar
el look de mi propio blog, para asemejarlo más al de mi tienda.
Por eso del branding y demás...
¡Qué poco patchworkero está siendo este post!
Pero puede que algunas de las que me leáis
y seáis crafters, como yo, tengáis o queréis tener
un blog o una web donde enseñar vuestras cosas...
seguro que comprendéis la importancia que tiene este trabajo.
Bueno, ¿y qué os parece? ¿Se lee bien la letra, es cómoda?
Está algo más grande y sin negritas...
La navegación es igual, pero para introducir mejoras,
estoy con ganas de oir propuestas.
Si has leído otros posts y puedes comparar, agradecería tus comentarios.
El siguiente post, sobre telas y regalos patchworkeros, lo prometo!