Pues sí, soy una mari-pingajos, lo reconozco...
Quiero decir que guardo recortes de telas a partir de 1,5 cm.
A veces pienso, ¿para qué guardo tanto retalillo?
¡Tengo bolsas llenas, divertidas de ver con tanto colorido!
Hay una quilter-bloger americana, Amanda Jean,
que me inspira con esto de los recortes.
Ella los usa para hacer colchas preciosas,
pero yo no llego a acumular tantos como para
lanzarme a un quilt entero...porque los voy usando
en los saquitos térmicos, en pequeñas fundas ...
Inspirada por la Crazy Mom, me puse a seleccionar y ordenar
por colores y tamaños todos los recortes, triángulos, tiras, pingajos...
Hace dos semanas estuve en un mercadillo
y como queda poco para el Día del Padre,
preparé un par de estuches con retalillos de colores.
Los estuches los vi en un libro que
ya he comentado alguna otra vez:
de Joelle Hoverson.
Hay un montón de ideas bonitas y fáciles.
Uno con fondo blanco y negro y otro con fondo negro liso.
Son para lápices o rotuladores de 18 colores.
Preferí poner las tiras de color frente a los lápices y no detrás,
porque creo que lucen más sobre un fondo liso...
Y hoy he preparado unos paneles de tiras, en tonos malvas y verdes
para personalizar unas toallas para mis hijos.
La idea es hacer sus iniciales con estos retales
y aplicarlas sobre la felpa...
Ya os enseñaré el resultado final.
Como se puede apreciar en el bloque de la izquierda,
algunos retales son piquitos y tiritas mínimas...
¡Pero me gusta tanto cómo queda!